Comentario
El nuevo escenario ecuménico del mundo helenístico favoreció el desarrollo de los cambios de largo alcance, no sólo por el hecho de que se controlaran nuevos territorios, sino también porque los límites entran en contacto con poblaciones como las de la India e incluso de la China, productoras de ricos objetos de lujo, atractivos para las nuevas clases dominantes. El poder político estaba en condiciones de controlar rutas por territorios exóticos para garantizar el acceso de los traficantes a esos lugares. También se desarrollaron los intercambios dentro del mundo mediterráneo, donde alguna ciudad adquiere en este campo un protagonismo específico, como Alejandría, convertida dentro de Egipto en una especie de isla, más comunicada por mar que por tierra. El caso más sobresaliente es el de Rodas, protegida por los grandes reinos como puerto libre de obstáculos, el mercado de esclavos más notable de la época.
El desarrollo de los cambios a escala ecuménica favoreció la difusión e intensificación del uso de la moneda, apoyado en el renacimiento del sistema redistributivo basado en el evergetismo. Las grandes acumulaciones de capital se ven aliviadas por la labor de reyes y ricos en las ciudades, como distribuidores entre las poblaciones de parte de sus ganancias gracias al uso de la moneda, instrumento especialmente adecuado para ese momento. Paralelamente, el asentamiento de los ejércitos mercenarios favoreció al mismo tiempo el desarrollo de esa otra forma de distribución de las ganancias garantizadas con el esfuerzo de los soldados, a través de esa forma precapitalista de trabajo asalariado. La moneda fue asimismo el más eficaz instrumento de propaganda regia, por el que se transmitían las consignas del poder y se daba a conocer a las colectividades la personalidad de los gobernantes y su extremada capacidad para protegerlas. Las poblaciones de la ciudad reciben sin duda las repercusiones de todas estas transformaciones, pero los intercambios internos no dejaron de ser los mismos de antes, los que proporcionan el suministro a una población alejada de la producción de alimentos.